Se sabe a ciencia cierta que el agua es un elemento primordial en la vida del ser humano y también llama la atención que Chile es el único país que tiene este recurso común privatizado. ¿Es está la raíz del problema? ¿Qué tan grave es la crisis hídrica en nuestro país? ¿Es el cultivo de paltas el principal causante de la falta del vital recurso?
En números globales, nuestro país, es un país con abundantes recursos de agua, si bien en el día a día vemos la crisis hídrica esta no se debe a la falta del recurso, si no a la mala distribución y regularización, pese a esto seguimos siendo una reserva mundial del preciado bien. Tenemos 1.251 ríos, además de lagos, lagunas y nuestros 24.114 glaciares. Si bien el cambio climático global ha afectado las precipitaciones promedio en un 30% menos, el caudal con la relación a la cantidad de chilenos determina un volumen por habitante de 53.000 m3 esto es 8 veces más que el promedio mundial.
¿Por qué no notamos este privilegio, si no lo contrario? Los números no mienten, somos un oasis mundial en materia hídrica, pero nuestras características geográficas y la obsoleta regularización hace que exista un fuerte desequilibrio. Desde la región metropolitana hacia el norte del país prevalece la falta del recurso, donde el volumen del agua procedente de las precipitaciones es de 500 m3/persona/año y desde la región de O’Higgins hacia el sur puede alcanzar los 2.950.168m3/persona/año. En palabras simples un sureño tiene 800 veces más agua que un nortino.
Entre las principales características de código de aguas de 1981 se encuentra la creación de dos categorías de derecho: Consuntivo y No Consuntivo, el Consuntivo son los solicitados para riego, minería, industria y uso doméstico; El No Consuntivo, son los que solicitan el agua sin consumirla, como en el caso de una hidroeléctrica. Además autoriza la privatización del agua y obliga a la DGA a entregar los DAA sin considerar prioridad, ni siquiera el uso humano, casi por orden llegada y no requerían justificar ni la cantidad ni el uso que se le daba. La reforma aprobada en 2005 tras 12 años de discusión parlamentaria no logró generar cambios importantes. No fue hasta el gobierno del Presidente Ricardo Lagos que se intentó introducir verdaderas reformas al cuerpo legal, estableciendo la justificación del uso del agua y un caudal ecológico mínimo. Hoy, que el modelo genera iniquidades en el uso del agua, tanto la reforma al Código de Aguas impulsada por Bachelet y el “Plan hídrico” de Piñera, presentados como posibles soluciones a la crisis, no son suficientes, es necesario la creación de una gran institución en temas de agua, no es necesario desprivatizar, pero si urge un mercado regulado y es imploroso establecer prioridades para el uso del recurso, porque no debemos olvidar que este es un derecho humano fundamental.
Las Paltas
En Chile, no existe ningún tipo de restricción para cultivar en laderas, en Estados Unidos se permite hasta en una pendiente del 30%, nosotros lo hacemos hasta en un 120%. De nuevo, falta de reglamentación. Si a esta falta de regularización y al actual código de aguas, le sumamos la situación geográfica antes hablada y el 30% menos de precipitación, creamos este malicioso escenario en el que el mayor perjudicado es el ser humano y el súper alimento que se lleva la peor parte, tildándosele del culpable.
Cuenta la historia, que en nuestro Valle, estuvo prohibida la plantación de la vid, siendo los terrenos solo destinados para la habitación, hoy, las viñas adornan nuestras ciudades. Las Paltas merecen seguir cultivándose, la escasez hídrica no se va a solucionar por dejar de plantarlas, la solución debe ser macro, deben existir laboratorios de investigación e innovación, mejorar la potabilización del agua salada, que si bien es más cara por lo corrosiva de esta, ya existe y lo mas importante, ver más allá de lo que está en nuestras narices, “el negocio de la sequía” genera ganancias por más de 92 mil millones a la industria de los camiones aljibes, con solo este ahorro ¿En cuánto recuperaríamos la inversión de la carretera hídrica?
Victoria Aldunce Llopis
Administradora de empresas,
Diplomada en U de Chile en gestión de emprendimiento,
Diplomada en Universidad Católica en decisiones estratégicas.