Cada 16 de octubre se celebra el Día del Profesor, fecha para destacar la gran labor de los educadores y educadoras de nuestro país. Hoy, en un contexto particularmente complejo en medio de la pandemia de Coronavirus, el trabajo y compromiso de los docentes con sus estudiantes y entornos familiares reviste aún más reconocimiento.
Aprender tecnologías, elaboración y entrega de guías, visitas domiciliarias, clases por WhatsApp, llamadas telefónicas, manejar nuevas plataformas como Zoom o Meet, aplicaciones que hasta hace algunos meses eran totalmente desconocidas, son algunas de las estrategias que los docentes han realizado para mantener a sus alumnos motivados con el aprendizaje.
María Soledad Reinoso, directora de Educación Municipal de Los Andes, dice: “orgullosa de ser profesora, orgullosa de estar con mis colegas a través del apoyo que podamos entregar desde el Departamento de Educación. Los profesores han sido la primera línea enfrentando esta pandemia, acompañando a sus estudiantes, a las familias. Se ha visto la creatividad del profesor, la motivación, la vocación para visitar a sus alumnos, imprimiendo y elaborando material, preocupándose por la salud de alumnos y sus familias, de la situación socioeconómica y emocional”.
Ricardo Vargas, profesor de matemáticas en Escuela El Sauce, señala que se ha sacado la tarea adelante en educación a distancia: “más aun considerando la realidad de nuestros estudiantes, algunos tienen unos problemas increíbles para conectarse a Internet, pero el esfuerzo que han puesto ellos y sus familias además conjunto con el esfuerzo que ha puesto la escuela ha sido magnifico. El sacrificio es bastante grande, pero uno se queda con el agradecimiento de las familias, el agradecimiento de los niños y el bienestar de una tarea bien hecha y bien cumplida”.
Con más de 30 años de docencia en el Liceo Politécnico América, la profesora de lenguaje, Pamela Sánchez, jamás pensó que sería un año completo sin asistir al liceo: “ha sido un desafío enorme para todos estar sentados detrás de un computador tratando de motivar, desafiar, seguir con nuestros proyectos. Los alumnos dicen ‘yo extraño ir a clases, extraño los proyectos, a mis compañeros…’ el liceo no es solo un lugar físico, es un lugar de encuentro, las clases son entretenidas, hacen muchas cosas, generan ideas, conversan, se ríen y ahora todo este cambió… ha sido duro y para nosotros también, yo extraño muchísimo el liceo, a los alumnos, el abrazo, el saludo, la conversación”.
Esteban Gutiérrez es profesor de educación musical en Escuela John Kennedy y Escuela Río Blanco. Para él en particular ha sido complejo, ya que no todos los niños cuentan con los implementos necesarios para hacer música en sus hogares. En el taller han podido trabajar de manera online aprendiendo. “Ha sido difícil, no voy a mentir, no voy a decir que la vocación hace sobrellevar todo, pero sí el hecho de lograr resultados con el taller o que de repente niños manden algunos trabajos súper creativos, eso a uno le da impulso para seguir”.
Este año, también ha significado un gran desafío para la Educadora Diferencial Rosalía Del Canto, coordinadora del Programa de Integración Escolar PIE en CEIA Dr. Osvaldo Rojas. En el establecimiento, con esfuerzo y dedicación han mantenido el vínculo con sus estudiantes: “trabajamos con alumnos que tienen necesidades educativas especiales, con ellos el trabajo es mucho más complejo, personalizado entonces hacerlo vía remota es complicado”. Señala que extraña a los alumnos, el compartir, lo cotidiano, el reír y escucharlos. Esta nueva realidad también ha sido un reto en lo doméstico: “aqui están totalmente cruzados todos los roles: el rol de profe, de mamá, de dueña de casa, esposa… es de todo un poco, esto yo creo que es de ser profe”.