Por María Violeta Silva Candidata a Diputada Distrito 6
El pasado viernes, la comuna de Cabildo se estremeció. Por razones que aún se investigan, dos jóvenes se vieron envueltos en una intensa discusión, la que terminó de la peor forma, con uno de ellos fallecido tras ser apuñalado en el tórax. La víctima tenía 23 años; y el presunto agresor, sólo 16. Todo ello ocurrió a eso de las 13:30 horas, a plena luz del día y en presencia de vecinos y vecinas del sector de la Plaza de Armas, en pleno corazón de la comuna.
Este hecho de sangre que nos golpea con dureza, desgraciadamente no es la excepción, se da con cierta frecuencia en los barrios de las comunas de las provincias de Petorca, San Felipe, Los Andes, Quillota y Marga Marga.
Durante la campaña he escuchado a cientos de personas de las diferentes comunas y un factor común se repite en todos lados, el temor de padres, abuelos y jóvenes ante el avance del tráfico de drogas, que desencadena el consumo y la delincuencia, que en ocasiones deriva en casos similares a lo ocurrido en Cabildo, San Felipe, Los Andes, Quillota o Quilpué, por recordar sólo algunos casos. Padres, abuelos y jóvenes tienen temor de caer en las garras de la droga o lo que es peor aún, terminar en una cárcel o víctima de un ajuste de cuentas, bala loca o asalto. Las personas están asustadas y sólo piden -con sobrada razón- que el Estado, el Gobierno y sus representantes no los abandonen y los dejen solos en esta lucha diaria.
Quiero ser enfática: la seguridad en nuestras calles, parques, plazas y centros de reunión debe ser uno de los temas eje en la labor de quienes tienen la responsabilidad de representar a una comunidad, generando redes y un vínculo entre quienes viven en un lugar, y quienes trabajan en el diseño e implementación de aquellas políticas públicas concebidas para su reforzamiento y consolidación. Debemos recuperar la seguridad de nuestras calles, barrios y poblaciones.
Multiplicar y mejorar el acceso a parques, plazas, y espacios públicos para el desarrollo del deporte, la vida sana y el esparcimiento familiar, es un imperativo…ahora!
Las vecinas y vecinos de nuestras comunas, esperan que sus policías y las instituciones públicas trabajen de manera intensa en mejorar el orden y seguridad en sus calles, pero no le endoso toda la responsabilidad exclusiva a ellos, porque también es deber de quienes aspiramos a representarlos desde las distintas instituciones y poderes del Estado, el contribuir con una perspectiva integral en el tratamiento de este desafío, generando políticas públicas que no sólo se enfoquen en robustecer dotaciones, entregando más y mejores herramientas, sino también, en fortalecer la calidad de vida en nuestros barrios y espacios públicos.
Todos tenemos derecho a vivir en un ambiente seguro y a desplazarnos con tranquilidad por las calles y barrios de nuestras comunas. Yo me comprometo a trabajar intensamente en ello, como sabemos hacerlo las mujeres de nuestro país para sobrevivir a un mundo que no siempre es gentil.