Tras haber agotado todas las alternativas para que la persona en situación de calle que se encontraba instalada en el bandejón central de Avenida O’Higgins en la esquina con Traslaviña, abandonara el lugar y pudiera retornar junto a su familia, el Programa Municipal de Personas en situación de Calle junto a Carabineros, debió erradicar a este hombre del lugar, debido a las constantes denuncias de vecinos y vecinas que apuntaban a las conductas violentas que el individuo mostraba ante el resto de la ciudadanía.
A raíz de lo anterior y a que el “ruco” en el que habitaba esta persona, se había transformado en un riesgo para su propia integridad, Nicolás Toro Herrera, coordinador del Programa Municipal de Personas en Situación de Calle, contó que se debió llegar a esta instancia luego de haberle ofrecido ayuda de distinta índole y de haberle advertido las condiciones en las que podía ocupar ese espacio.
“Nosotros hablamos con él, lamentablemente ninguna persona le puede prohibir a otra estar en la calle, pero con las conductas idóneas, que trate de mantener limpio el lugar donde pernocta, que trate de no tener conflictos con los vecinos o con las personas del sector, sin embargo el no sólo pernoctaba sino que también se había ampliado y estaba teniendo conductas hostiles con la comunidad”, detalló el profesional.
Asimismo, Toro narró que además se hizo un trabajo previo con la familia directa de esta persona, sin embargo, su condición mental, lo imposibilita de querer vivir en un lugar establecido, a lo que se suma la constante negativa de recibir atención médica y psiquiátrica.
“Se está trabajando hasta hoy en una vinculación familiar, yo tengo contacto con su hijo, una vez a la semana, él está súper complicado porque él quiere que su papá vuelva a la casa, pero está la sospecha de que existe algo más en su conducta y personalidad que no lo deja volver a su hogar”, aludió el funcionario.
Ante este escenario y tras haber conversado en varias oportunidades con esta persona, el profesional dice haberse hecho una idea previa del estado de salud mental del individuo, por lo que, se comenzaron gestiones de distinto orden, principalmente, con el Servicio de Salud, a través de la mesa intersectorial que se realiza mensualmente y donde se analizan los casos más críticos de personas en esta condición.
Desde aquella instancia se ha buscado la forma de conseguir una internación de carácter administrativo en el Hospital Psiquiátrico Phillipe Pinel, puesto que, “cuando la persona de forma voluntaria no quiere internarse pero es un peligro para él y para la sociedad, se comienzan a hacer gestiones, pero por temas de cupos de cama, esta persona no ha podido acceder al Psiquiátrico, tampoco de forma voluntaria ha querido acceder a una evaluación médica y eso complica un poco el escenario”.
Finalmente, Toro aseguró que, si bien, actualmente el municipio no está en condiciones de trasladarlo a un albergue, y que esta persona se niega a regresar con su familia, se está realizando un seguimiento constante en términos de las condiciones de alimentación y sanitarias que presenta en el nuevo lugar al que decidió irse a pernoctar.