Es curioso observar que hoy, a pesar de reinar el gnosticismo, el ateísmo, el veganismo, el negacionismo y otros ismos similares, el cristianismo haya encontrado un poco de espacio en el debate público. Después de las Cartas desde la Tierra de Mark Twain, lo religioso-bíblico parecía totalmente irracional y absurdo; no obstante, no han sido pocas las citas de los evangelios y del antiguo testamento en esta campaña.
En su momento nuestro hijo pródigo se marchó de casa, deambuló por el Caribe y por París, digamos que se fue de carrete, tuvo malas juntas; hasta que se saturó de esa vida y volvió a la casa del padre. El padre misericordioso y perdonador lo recibió con los brazos abiertos y ordenó que le prepararan carne asada y ensaladas. Por suerte este padre, no era el viejo padre Stalin, sino el gran Ricardo Lagos. Padre, le dijo, he pecado contra ti y tus treinta años, por esa frase dejaron la gran ka…da en el país. Perdóname, padre, ahora me doy cuenta que estaba equivocado. He dejado atrás mis “años verde olivo”. También lo recibió la tierna madre de la ONU y lo acurrucó en sus brazos. Pronto llegaron los tíos y tías de la familia: la tía Xime y el tío que venía de los Montes. La tía Yasna se demoró un poco en ponerse a la foto, pues anteriormente había lanzado flechas a diestra y siniestra, pero finalmente bajó la pluma y accedió. Incluso la tía Paula se puso a la foto, pero no salió muy bien pues fue tomada en una pieza oscura. Luego la historia es conocida. Y con el triunfo en la mano aparecieron también los parientes pobres que estaban fondeados en el patio trasero, y todos estaban felices. La juventud, especialmente las mujeres, cantaban esa de los Iracundos, “natural es que luchemos por un mundo mejor, con la fuerza que nos da la juventud, parapapá…” Y Kast dijo, “todo va a estar bien”, y todo está bien, especialmente para él que se salvó de llegar a La Moneda, porque ahí le hubieran hecho “la vida a cuadritos”, por decirlo con un eufemismo. Ahora podrá tranquilamente seguir preparando huevos revueltos y asados para la familia.
Por mi parte, hasta aquí no más llego. Difícilmente volveré a las tierras bajas. Como ya saben pronto aparecerá el volumen con la recopilación de artículos. No olviden leer libros porque nuestras más grandes carencias están en cultura y educación.