La semana que recién pasó, salió a la luz publica, una serie de carpas ubicadas en sectores notorios de las ciudades más grandes del Valle de Aconcagua. Alamedas y hasta plaza de armas, fue algo que generó preocupación entre los vecinos.
El fenómeno, no es nuevo en Chile y viene ha mostrar una realidad que en el Valle del Aconcagua se viene viendo hace un tiempo. Esto, tiene relación con, la desordenada migración que vive el país hace un buen rato.
Alarma por filas en ex Gobernaciones
Previo a la pandemia y el estallido social, uno de los temas relevantes y que fue noticia, eran las largas filas en las oficinas de migración de las distintas Gobernaciones, principalmente la de San Felipe, repleta de extranjeros, buscando regularizar sus documentos.
Tal situación, obligó a las autoridades, a tener que ampliar la que antes era una oficina menor e inclusive “parchar” con funcionarios que no eran expertos en el área, para poder destrabar las enormes filas. Un funcionario cuenta que, nos encontramos con una realidad desconocida para nosotros y además estábamos totalmente atados de manos, ya que todo el proceso migratorio esta centralizado, por ende, muchas veces tocaba dar la cara y decir que no se podía hacer nada y era gente que permanecía de forma ilegal.
Actualmente, ya los procesos migratorios, no dependen del Ministerio del Interior, por lo tanto nada tienen que ver con las actuales Delegaciones. Existe una Dirección Nacional de Migración, luego que se hiciera una ley, donde en tres meses quienes no tuvieran sus papeles al día debían abandonar el país, nos comenta el funcionario.
Al límite de lo legal
El funcionario, del cual nos reservaremos el nombre, pero que esta vinculado al proceso migratorio, comenta que, “A nivel local no existen herramientas para avanzar en los procesos y lo que ocurre es que llegan muchas personas buscando arreglar su situación, muchas veces desde el desconocimiento y por ende, se produce la frustración y la desesperación, ya que muchos de ellos vienen engañados”.
Esto, lo rectifica una persona vinculada a apoyar a los migrantes que llegan al país. “Es una realidad que la gente que llega es porque no da más en su país, ya sea por motivos económicos, de seguridad o los que sean y por ende buscaran todas las formas para quedarse, incluso de manera ilegal y es ahí donde se produce el problema”
Esta misma fuente nos cuenta que, al igual que en Santiago, ya operan verdaderas mafias que ofrecen trabajos precarios a personas que no son legales y juegan con la desesperación del otro y es así como, muchas veces controlan hasta los espacios donde viven y comienza ese circulo vicioso.
Un extranjero, que esta de manera ilegal, nos comenta que estas “mafias”, algunas veces vinculadas al narcotráfico, te arriendan donde vivir, ya sea en piezas o casas donde hay muchas personas hacinadas y obviamente abusan de la necesidad que existe y claro cobran por sobre el mercado y cuando no tienes para pagar te echan a la calle y ahí , se comienza a producir ese fenómeno que se ve muchas veces y que es solo una parte de un fenómeno que se está viendo en todo Chile, principalmente en el norte y que en San Felipe y Los Andes forma parte de la realidad.
Delitos más violentos
Una fuente al interior de la policía, nos cuenta que se han comenzado a ver delitos más violentos en Los Andes y San Felipe, sin duda, formas que antes no se veían en esta zona y eso tiene que ver muchas veces porque se genera la rivalidad entre bandas delictuales, por lo que no es del otro mundo, ver en nuestro valle “ajustes de cuentas” o cosas que antes era muy poco común.
En esto, comenta la misma fuente, opera las leyes del mercado y por lo tanto se van cuidando los territorios, por lo que resulta de toda lógica que cuando no existía “competencia” en el negocio eso no ocurría tanto, pero a la hora de que esto ocurre, con bandas de otras comunas, se volvió común. En eso, la cercanía con Santiago no ayuda y muchas veces, las bandas con integrantes extranjeros tienen conductas más violentas, porque llevan más tiempo en estos conflictos y podamos ver balaceras, en la puerta de un supermercado, como lo vimos en un video hace un par de semanas.
En ese sentido, también las policías se han ido preparando de mejor forma para enfrentar estos nuevos modelos, que muchas veces se aprovechan de la necesidad de la gente, pero a veces los delincuentes son hábiles y van rápido.
Nuestra fuente vinculada al apoyo de migrantes, nos cuenta fuera de micrófono, “Que es una realidad que existe ilegalidad con la cantidad de migración que ha llegado, decir lo contrario sería mentir y claro, el país no estaba preparado para esto, incluso se produce el fenómeno que existen personas que llegaron engañadas y buscan volver a su país, pero no cuentan con los recursos y eso es terrible”.
La misma fuente dice que es común ver a personas derechamente deben pedir en las calles en pleno centro con todo lo que significa.
Finalmente, tras diversas aristas que nos cuentan las fuentes y la observación propia de un ejercicio periodístico, da cuenta que las carpas en calles es sólo una punta del iceberg que muchos no quieren ver y que de no tomar acciones serias las cosas pueden empeorar.
