Una de las preocupaciones del criancero Hugo Navarro, del sector Riecillo en la comuna de Los Andes, ha sido el bienestar animal de sus más de 60 cabras de raza Saanen que mantiene con el sistema estabulado de crianza (en corrales) lo que permite un mayor control de la producción, así como mejores condiciones de alojamiento, nutrición y de aspectos sanitarios y reproductivos, entre otros beneficios.
Para llevar adelante su emprendimiento, hace siete años dejó el trabajo apatronado que tenía y retomó la herencia y conocimientos de sus padres en la producción caprina. Posteriormente ingresó al Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de Los Andes donde fue beneficiado con proyectos e incentivos como sala de ordeña, ordeñadora móvil, tarima de ordeña (donde los animales también se alimentan, lo que hace la ordeña más tranquilla y eficiente) y está en trámites para la obtención de resolución sanitaria para su sala de procesos de quesos.
Actualmente está en vías de ingresar al programa de Asesorías Técnicas de INDAP (SAT ganadero) donde recibirá asesoría especializada y podrá postular a recursos para mejorar y modernizar sus procesos productivos.
“Antes me dediqué a muchas cosas, pero yo quería volver a mis raíces. En todo este proceso he contado con el apoyo de INDAP. Y opté por esta raza de cabras que no es de cerro por lo que requiere este tipo de instalaciones y ellas viven de mejor forma”, precisa este agricultor andino.
La situación de sequía no ha estado ajena a este criancero que pese a sus ganas de expandir un poco el negocio reconoce que es difícil concretar este proyecto a corto plazo. “Actualmente no tengo grandes expectativas por la situación del agua y el alimento que está muy escaso. Hay que pensarlo muy bien para ampliarse. Tengo agua potable y tenemos el estero de Riecillo que aún tiene agua, pero cada día se va complicando más”, confiesa este agricultor.
“Don Hugo Navarro se destaca por su sistema de crianza animal. Ha logrado mayores rendimientos y producciones más eficientes, así como condiciones ambientales adecuadas para sus cabras. Además, tiene una pequeña superficie donde siembra forraje como avena o alfalfa para ayudar al sistema de alimentación. En este trabajo cuenta con el apoyo de su familia. Él se dedica a la parte productiva y sus hijas y señora lo ayudan en la comercialización y registros productivos”, expresó Javier Hidalgo, jefe del área INDAP Los Andes.