Hace unos años atrás, en Chile y también en el Valle del Aconcagua, las ciclovías parecían ser la solución de todos los problemas, tanto viales como de una vida saludable para las personas. Fue así, cono en la mayoría de las comunas de Aconcagua se comenzaron a realizar proyectos relacionados a ciclovías de distintos tipos y con diversas formulas.
El Caso de San Felipe
Un candidato a concejal, por allá por las elecciones del año 2012, planteó ciclovías para San Felipe, fue al primero que se le escucho en términos más formales. Luego, en la administración del ex Alcalde Patricio Freire, se diseñó un ambicioso proyecto de ciclovías que incluía diversos sectores de la comuna.
Sin embargo, ya cuando se comenzaron a realizar los trazos, vinieron las primeras críticas. Lo angosto de las calles sanfelipeñas en el centro, generaron un verdadero problema a la realidad local, hubo polémica, incluso protestas de los comerciantes organizados, quienes veían con preocupación como las ciclovías generaban más un problema que una solución.
En otras comunas, la pregunta ha estado también en el tapete y si bien se han presentado proyectos, tras la experiencia sanfelipeña, hay muchos que han sido más cautos.
El arquitecto de una de las comunas, que no daremos el nombre para no comprometerlo, señala que “No estamos preparados para una política urbana de ciclovías, ya que queremos copiar el modelo que conocemos en otros países desarrollados, pero resulta que nuestra cultura e idiosincrasia no están preparados y claro me encantaría que se hiciera, suena bonito, pero a la larga genera más problemas”.
Como siempre, existe la otra cara de la moneda, las personas que están a favor de estos trazos y que obviamente viene de quienes utilizan más la bicicletas y sus organizaciones. Ellos, argumentan que hay que generar las conductas y cuando se hagan los proyectos deben ir con una difusión fuerte. Se debe invertir en publicidad, en eseñar que debe haber un cambio de conducta, no solo de quienes la utilizan sino también de los automovilistas, es la única forma de generar incentivos a la bicicleta y así, una vida más saludable.
La realidad te golpea
Marcelo López, va a dejar a su hija de 9 años, todo los días a un colegio de Los Andes en bicicleta, pero señala que la realidad te golpea, ya que lamentablemente las personas no les interesa y no están acostumbrados, quieren dejar a sus hijos en la puerta del colegio en auto, entonces obviamente se produce un conflicto entre lo que nos gustaría que es la incorporación de la bicicleta y la realidad.
En esa misma línea, un analista político, agrega que tras lo que pasó en San Felipe con las civlovias -que entre otras cosas le costo la reelección a Freire- ningún alcalde se atreve a pagar el costo político. Para la foto se ve bien y mostrar ciclovías es lindo, pero las personas a la larga lo reprochan, ya que se genera mayor congestión, entonces no es una decisión fácil.
La realidad, es que las ciclovías si bien generan un buen discurso y suenan bonito, también es importante recalcar que se chocan con una cultura nacional, que hizo que aumentara brutalmente el parque automotriz en el valle de Aconcagua y claramente, son dos situaciones que no van de la mano, al menos por lo que se puede ver en la experiencia internacional.
¿En qué quedará la política de ciclovías? Es algo que esta por verse y los distintos municipios del Valle de Aconcagua deberán analizar antes de seguir adelante.