Se llamaba Shakira y era la gata de mis vecinos, pero se la pasaba en mi jardín. Ayer en la tarde la encontré muerta. Creí que estaba dormida. Me extrañó verla en la misma postura que la había visto en la mañana, pensé que tomaba el sol. Me acerqué y la llamé. Me puse muy triste y nerviosa al darme cuenta que había venido a morirse aquí.
Llamé a mi vecina, me dijo que la tapara con algo. Cuando llegara más tarde a su casa se pasaría a buscarla para enterrarla. Añadiría que estaba muy delgada y que tenía sus años. Era una gata preciosa de tres colores de pelo largo, amarillo, blanco y marrón oscuro. También insistente y pesada, de gatuna identidad de ir a su bola sin obedecer. Todos mis amigos la conocían y le hacían cariños, en especial los niños. Nunca aprendió a guardar sus uñas cuando se subía encima de una. La echabas, pero ella insistía. Se creía por derecho la dueña del lugar. En cuanto me despistaba con la puerta se colaba en la casa. Era muy suya, pero aceptó un gato hermoso de color crema que no se sabe de dónde venía. Un alma en pena que se la pasaba maullando todo el tiempo. Hace días que no lo veo. En la noche escucho carreras en el techo peleando con otros gatos o persiguiendo ratones.
Me siento mal al recordar la tarde que estuve regando y Shakira buscaba su lugar donde morir. Puedo darme cuenta ahora. Estaba acurrucada en un hueco bordeando el tanque del agua sin reaccionar. Ese último día ovillada en ese lugar no supe percibir que agonizaba. Sí pensé lo extraño de verla ahí. Más tarde terminaría inundándose el lugar, al llenarse el pozo con el agua de la acequia. Ella se desplazó un par de metros hasta el sitio donde la encontraría muerta.
El sol se había escondido tras los cerros hacia un rato dando paso a la noche, cuando di por terminado el riego. Esa fue la última imagen que tengo suya. Al día siguiente muy temprano partí a Santiago. Regresé en la tarde y directamente entré en la casa. ¿Cuándo murió la gata Shakira?¿ Fue esa misma madrugada? Ella vino a despedirse y a irse desde este adoptado lugar. Con pena pienso a la muerte que llega nomás sin avisar y que no deja de sorprendernos. Adiós hermosa Shakira, extrañaré no verte más. Enciendo una vela y rezo un sentido pensamiento en tu viaje hacia el infinito universo gatuno.