Identificar nuestro autoconcepto es importante para tener una autoestima saludable, es por esto que hoy les comparto esta información valiosa sobre la importancia de nuestras palabras en la vida de una persona. Y como trabajamos la autoestima en los procesos psicoterapéuticos.
¿Les ha pasado que, comentarios en tu infancia definieron la percepción que tienes de ti y/o de tu físico, ahora en tu vida adulta?
Esto tiene su origen en la primera infancia, en un suceso vincular, cuando un niño/a comienza a oír sobre sus características, cualidades y fortalezas de la boca de otras personas, para así conocerse, entendiendo que hay un cerebro en formación.
Está relacionado con la crianza basada en el respeto y la valoración individual del niño/a, lo que debiese contribuir a una autoestima positiva. No obstante, en ocasiones no sucede y la crianza de un infante está basada en comparaciones, autoexigencias y perfeccionismo que lo conduce a forjar una autoestima débil.
Lo primero que en formarse es lo llamado autoconcepto, que responde a: ¿Quién soy yo? ¿cómo soy yo? ¿qué talentos tengo? Imagen mental que fabricamos de nosotros mismos.
Luego, la valoración de mi percepción es lo que llamamos autoestima, que responde a las preguntas ¿cuánto vale eso que soy, dentro del grupo en el que habito?
Debido a esto, en ocasiones podemos ver a personas con fortalezas como la creatividad, inteligencia o independencia. Sin embargo, ellos mismos no las visualizan, a causa de que su entorno visualiza y valora otras virtudes, como, por ejemplo, una familia deportiva valora la obediencia y disciplina. Esta contrariedad genera baja autoestima.
El trabajo psicoterapéutico que hacemos con nuestros usuarios/consultantes de autoconocimiento, nos ayuda a identificar las creencias y valoraciones actuales que en ocasiones no nos permite avanzar y crecer en todo ámbito. Miramos atrás e identificamos inseguridades y cuestionamientos sobre nuestras capacidades.
Para analizar lo que piensas de ti, debemos considerar a tu persona en su totalidad, es decir; tu aspecto físico, personalidad, visión que (creo) tienen el resto sobre mí, mi rendimiento en el trabajo o estudios, área sexual y emocional, capacidad mental, mis relaciones sociales, gustos personales, autonomía, etc. Y así identificamos en que áreas trabajamos y en que otras, validamos.
Recomendación: Siempre es bueno tomar papel y lápiz para conectar y escribir sobre nosotros y nuestro proceso para poder generar un equilibro entre nuestro autoconcepto y autoestima. Si requieres de apoyo, acude a psicoterapia.
Recuerda que una autoestima saludable nos hace movernos con libertad, todos somos únicos y ese es nuestro mayor poder.
Vivian Reyes Rozas
Psicóloga Clínica
Especialista en Infanto-Juvenil y atención de adultos, de trabajo en gestión emocional y autoestima
Atención Online y Presencial en RM
Equipo de Profesionales de “Ahora & Terapias”
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