Victor Catan, Presidente de la Asociación de agricultores de Los Andes señaló que las pérdidas tras el frente de mal tiempo se estima en 200 millones de dólares al sector agrícola del Valle de Aconcagua resultando afectados más del 50% de los productores.
A juicio del dirigente la magnitud de lo acontecido producto del evento climático “es de las catástrofes más grandes y silenciosas que nos ha golpeado como agricultura, sobre todo del Valle de Aconcagua, y creo que mucha gente ni siquiera se lo imagina. Por eso le hago un llamado a todos los agricultores a tener mucha fuerza, pero también necesitamos la ayuda del gobierno y de la banca para poder salir adelante”.
Ante esto valoró la declaración de emergencia agrícola realizada para la zona por el Ministerio de Agricultura y que incorporó a la totalidad de Aconcagua.
Acotó que si bien los principales perjuicios fueron a la uva de exportación, también sufrieron los efectos los duraznos, “a los que el granizo hizo bastante daño en sectores de San Esteban, Calle Larga y Santa María. En cuanto a los nogales no se ve daño aparente, pero sería más cauto y esperaría un poco porque a veces se ve cuando se cosecha; y respecto a cultivos de hortalizas, lamentablemente hay quienes perdieron todos sus tomates”.
Catán señaló que la encuesta realizada lamentablemente no alcanzó a incluir a todos los agricultores afectados, particularmente a aquellos que se percataron después que también tenían daños en sus producciones, razón por la cual a través de Fedefruta se llevó a cabo otro catastro que finalizó el viernes.
Indicó que los alcances de la declaratoria de emergencia agrícola se enmarcan en la destinación de recursos con lo que se acudirá en apoyo, “ya que para este tipo de casos se pueden disponer de los fondos de emergencia que tiene el Gobierno Regional, que no son pocos. Si bien el número de afectados es muy alto, con esos recursos podemos atender las necesidades de los agricultores de menor envergadura, como de la agricultura familiar campesina, por lo demás permite reasignar gastos en otras entidades, como Indap y Prodesal”.
Respecto a los pequeños, medianos y grandes productores agrícolas, dijo que se está trabajando en otro ámbito a través de la Corfo. “Por ejemplo, el programa Fogape 2 tiene créditos con aval de la corporación en cualquier banco, pero tenía pagos mensuales, sin embargo, la agricultura no tiene ingresos mensuales y entonces lo que se hizo fue hablar con la banca para poder programar pagos anuales”.
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fuente elandino