- Actores del ecosistema coinciden en el potencial de la zona para impulsar proyectos que generen soluciones a temáticas sociales, ambientales y económicas.
- El trabajo colaborativo entre universidades, institutos profesionales, centros de formación técnica, incubadoras y empresas configuran el escenario perfecto para concretar iniciativas que impacten positivamente en la comunidad.
Superar la escasez hídrica, mejorar la empleabilidad, subir a las pymes al carro de la digitalización y la reactivación económica son parte de los principales desafíos que tiene el ecosistema emprendedor de la región de Valparaíso. En ese contexto, más de 60 organizaciones regionales del mundo público y privado trabajan articuladamente para apoyar el proceso de los emprendimientos de innovación social y triple impacto.
Desde la Incubadora Social Gen-E de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la directora de la Dirección de Innovación y Emprendimiento (DIE Pucv), Carolina Silva, reconoce que en la región existe un fuerte trabajo colaborativo entre los distintos actores y que, a la vez, es sincero. “En Valparaíso surge la experiencia de evitar la duplicidad, de potenciarnos entre todos. Entonces, si a lo mejor hay un emprendedor social que requiere algo que nosotros no podemos brindarle en este momento, sabemos a quién derivarlo y eso no significa un problema, al contrario, es trabajo en red”, comentó.
Sebastián Rodríguez, director de Emprendedores + B, coincide con el diagnóstico de Silva. “Desde el espacio que cada uno tiene están las ganas de colaborar y eso hace que sea un ecosistema donde valga la pena involucrarse. Es un valor que hay que aprovechar, todos tienen ganas de que el ecosistema crezca, se fortalezca y nazcan distintas oportunidades”.
“Existen muchos proyectos de jóvenes y de adultos, de todo tipo. Y eso pasa por distintas razones, una es porque tenemos una diversidad en el tema geográfico y otra pasa porque tenemos centros de estudios, universitarios y técnicos muy importantes, por lo tanto, hay mucha masa crítica y talento”, señaló Javier Fuentes, coordinador general del Festival Internacional de Innovación Social (Fiis) de la región de Valparaíso, iniciativa que proyecta su segunda versión para 2021.
En la dirección regional de Corfo reafirman el potencial de la región en generar emprendimientos con impacto positivo. “Hemos realizado permanentes esfuerzos para fortalecer la colaboración entre los sectores públicos, privados y la academia, siempre con el objetivo de promover el emprendimiento y la innovación de triple impacto. Nos interesa que los proyectos consideren el tema social, económico y medioambiental, bajo un modelo de negocio sostenible. También nos interesa el triple impacto en los negocios. Hasta ahora vamos por buen camino”, sostuvo Juan Fernando Acuña, director regional de la institución.
Experiencias colaborativas
En septiembre de este año tres instituciones se unieron en el evento de innovación social Nova Relay con el desafío de apoyar la reactivación económica de Valparaíso en uno de los sectores más afectados por la pandemia: el turismo. Las áreas de innovación de Duoc UC, Inacap y la Universidad Andrés Bello pusieron a disposición un equipo de profesionales y estudiantes para ayudar a la agrupación Playa Ancha tu Destino a crear un plan de negocios, y así atraer nuevos clientes, y en adaptar su actividad comercial a la digitalización.
“Nova Relay lo que intenta hacer es un evento anual en el que un grupo de estamentos de educación superior se pone al servicio de la comunidad de Valparaíso para resolver una problemática social”, explicó Pablo Valencia, coordinador de la iniciativa, quien además está a cargo del Programa de Innovación y Emprendimiento de Duoc UC Sede Viña del Mar.
También, en plena crisis por la pandemia, este año se reactivó el trabajo de la Red de Innovación Social de Valparaíso, una iniciativa que reúne a 17 entidades del mundo público y privado que, a través de una red de colaboración, busca generar acciones para el desarrollo del emprendimiento de impacto en la región.
“Creo que en la actualidad estamos aprendiendo cada vez más a colaborar, a buscar más opciones de generar mayor y mejor impacto en las comunidades con la mirada en abordar soluciones reales de las personas en conjunto, entre ellas y los que formamos parte de las instituciones de educación superior”, señaló Jorge Valdés, director de la carrera de Fonoaudiología y representante del área de innovación del departamento de Vinculación con el Medio de la Universidad Santo Tomás, una de las instituciones miembro de la Red de Innovación Social.
En otra apuesta por la innovación social, en octubre de este año, más de 400 jóvenes se reunieron en el evento virtual Re-Camp de E+B, quienes durante una semana descubrieron qué es emprender con impacto positivo y generaron redes con distintos actores del ecosistema regional, nacional y de Latinoamérica. “Es un semillero inicial que permite a muchos jóvenes que quieran emprender hacerlo de forma colaborativa, digital, gratuita y 100% autogestionada”, sostuvo Sebastián Rodríguez, director de la iniciativa apoyada por Corfo.
En tanto, como una forma de descentralizar el ecosistema regional, el Laboratorio de Innovación de Quillota juega un importante papel apoyando al emprendimiento local en un espacio colaborativo de trabajo que crearon hace 3 años. “Ha sido próspero instalarnos aquí en la comuna, porque hemos logrado mejorar la calidad de vida de otras personas. Los emprendedores están muy agradecidos y nosotros contentos de apoyar proyectos de innovación que van a impactar en la región”, contó María Valdés, coordinadora de Linnq, una organización que actualmente ejecuta el proyecto Red Meicas, financiado por el programa Innova Fosis, dirigido a cuidadoras de pacientes postrados.
Esta diversidad de experiencias y voluntades, a las que se suma el compromiso de La Gobernanza del Ecosistema de Innovación y Emprendimiento y la Comunidad B de Valparaíso, dan cuenta del potencial emprendedor y colaborativo de la región, cuyo principal objetivo es dar solución a los desafíos sociales que enfrenta la zona a través del trabajo en red y la instalación de capacidades y herramientas en la ciudadanía.
