Opinión: La diferencia entre Sororidad y Fraternidad por Victoria Aldunce

Compartir en:

Muchas veces hemos escuchado a hombres e incluso a mujeres burlarse del concepto de “Sororidad”, ya que indican que entre las mismas mujeres se hacen burlas, se hacen trampas en los trabajos o el famoso “se tienen envidia entre ellas”. “Se roban los maridos” y se pelan por detrás. La verdad, muchas veces, esto es cierto. Es tanta la presión que la cultura patriarcal ejerce en las mujeres que vivimos en una competencia constante entre nosotras.

Pero el término sororidad no es algo superficial. Si nos remitimos a la etimología, el concepto soror significa «hermana» en latín y cuando los grupos feministas decidieron empezar a utilizarlo, lo hicieron con la idea de crear una «sisterhood», un sistema de hermandad que permitiera luchar contra algo que históricamente los hombres han creado, compartido y cultivado, que es la famosa fraternidad.

La fraternidad es algo que los hombres explotan día a día. No sirve decir «yo soy un buen hombre porque no violo», pero no digo nada cuando en grupos de WhatsApp se comparten fotos de mujeres en poca ropa, cosificándolas, y es más, lo justifico diciendo «son así, pero jamás violarían». Ahí, de nuevo la fraternidad. Mientras las mujeres tratamos de revivir el término sororidad como una alianza de mujeres de manera positiva, con errores sí, pero siempre buscando el bien, los hombres se aferran a esta fraternidad aumentando la violencia de género.

No se trata de acusar a todos los hombres como malos, solo de mostrar que día a día esta fraternidad se encarga de ayudarse entre ellos. Desde el uso del lenguaje, por ejemplo, en algo tan grave como la cultura de la violación. Si nos fijamos en las noticias cuando se habla del número de violaciones, la frase es “un tanto % de mujeres han sido violadas a la fecha”, en vez de decir “un tanto % de hombres han violado a mujeres a la fecha”, transformando a los hombres en sujetos pasivos, cuando son ellos los sujetos activos. Mientras nosotras, las mujeres, debemos encargarnos de luchar por cada uno de los avances logrados como la tipificación del femicidio, esta fraternidad se encarga, desde la sutileza, de protegerse entre sí.

El camino es difícil, porque esta fraternidad viene históricamente cultivándose desde la revolución industrial, pero nosotras tenemos la fuerza para seguir dando la lucha y entender lo que es la Sororidad y, como dijo Roxane Gay, “Prefiero ser una mala feminista que no serlo”.

Victoria Aldunce Llopis

Administradora de Empresa

Diploma da en métricas digitales de la Universidad de Chile

Diplomada en Decisiones Estratégicas y publicidad de la Universidad Catolica de Chile

CM

Gerente General Diario Al Día

Estudiante de Patrimonio Cultural del Valle de Aconcagua

Gestora Cultural del Valle de Aconcagua

Deja el primer comentario