La empresa minera canadiense Lucara encontró en su explotación de Karowe, en el centro de Botswana, el segundo diamante más grande del mundo, de 1.758 quilates.
La piedra pesa 352 gramos y tiene aproximadamente el tamaño de una pelota de tenis, aunque no se llega a calificar como una joya por su «calidad variable». «Karowe ha producido dos grandes diamantes de más de 1.000 quilates en solo cuatro años», subrayó el consejero delegado de Lucara, Eira Thomas.