Es evidente que Chile es un país politizado e ideologizado. Así también lo afirman extranjeros de países de la OCDE que nos visitan. Tendemos a politizar todo. La pandemia, por ejemplo: el Colegio Médico tiene como una obsesión por encerrarnos. Es como si en la época de las cavernas la curandera de la tribu hubiese dicho: “no salgas a cazar porque te puede comer el león”. Por suerte el cazador le contestó algo así como, “no te aflijas mi choka, llevo aloe vera y mi lanza”, que es decir, llevo alcohol gel y mascarilla. La vuelta a clases es otro ejemplo. Cuánto han perdido los niños y niñas de las escuelas y liceos por la supuesta falta de condiciones en los establecimientos, mientras los particulares y particulares subvencionados asisten a las aulas. Alcaldes y parlamentarios, por miedo a la presión “funística” se paralizan. Del gremio dijeron que se podían contagiar con otros virus también, es decir, los niños se podían resfriar; les faltó decir que en los recreos, corriendo, se podían hacer una nana. Antes del estallido, los alumnos debido a un paro de profesores ya habían perdido dos meses de clases. En ambos casos las razones para no asistir a clases eran bastante cuestionables. No hay mejor herramienta contra vulnerabilidad que la educación. Y ésta no va a mejorar, ni con la varita mágica de la nueva constitución, si los niños no asisten a clases.
Quién puede retener en su mente la cantidad de partidos y organizaciones políticas que existen hoy en el país; que además continúan brotando día a día como semillas en la tierra húmeda. Por cierto, algunas mueren rápidamente, como en la parábola del sembrador. No voy a nombrar a todos porque ocuparía demasiado espacio en esta columna. Hay algunos grupos y subgrupos. Tenemos a los republicanos, a los ciudadanos. Hay uniones: la unión demócrata, la unión patriótica. Hay listas: la lista del pueblo; partidos, entre otros, el partido de la gente, que es algo así como el partido de las AFPs. Encontramos conceptos o ideas: convergencia social, revolución democrática, evolución política, nuevo trato. Algunos como que nos quisieran decir algo: amplitud…, comunes… Tenemos regionalistas: regionalistas verdes, regionalistas independientes. Frentes: el frente amplio; en fin: existe el pro, y pronto existirá el plop. Sí, es un partido que vamos a crear prontamente, ya somos dos, mi compadre y yo. Vamos a convencer al bombo Fica para que se retire del PC y entre al plop. Porque, pongámonos serios. No puede ser que un miembro del PC afirme que le da placer que los talibanes hayan vencido a los gringos y a la OTAN en Afganistán. Después de ver esas imágenes caóticas en el aeropuerto de Kabul, donde algunas personas estimaron más seguro escapar afirmado en las alas de un avión que permanecer bajo el terror de los talibanes, la verdad, uno no se puede alegrar ante ese sufrimiento. La alta comisionada de los derechos humanos de la ONU ya ha recibido informes de ejecuciones, reclutamiento de niños para grupos armados, y otras barbaridades por parte de los talibanes. Se estima que millones sufrirán escasez de alimentos. Entonces no se puede poner a la ideología antes del bien común; ya vimos la tragedia de los ismos en el siglo pasado. Como dice una profesora que conozco, refiriéndose a los intransigentes en política, “a estos tipos la ideología les come el cerebro”.
Juntaremos las 35.000 firmas pronto, al parecer no es un asunto difícil de lograr. Nos convertiremos en un partido hegemónico; porque hay muchos cambios que hacer, necesitamos décadas de gobierno. La primera medida que implementaremos será reducir a un tercio los sueldos más altos de la administración pública: una medida muy popular. Esto lo haremos principalmente para desincentivar la formación de agrupaciones políticas cuyo objetivo sea capturar al estado. Pondremos “brazo duro” a la corrupción y a todo tipo de violencia. Esto no es muy popular pero necesario. Recién estamos redactando nuestro programa; las buenas ideas son bienvenidas. Si quieren unirse a nuestras filas y ser parte de la lista del plop, escríbanos a listadelplop@… .cl.